Caso Ahmad Saadat: la fuerza no es sinónimo de decencia

Santiago González
Comité de Solidaridad con la Causa Árabe (www.nodo50.org/csca)

Israel, con la complicidad de Gobiernos occidentales, está realizando una nueva fechoría. En este caso, es invadir nuevamente Ramalla, asesinar a quién se le ponga enfrente, destruir edificios y demás con la pretensión de amoldar por la fuerza y si es preciso destruir al pueblo palestino.

No es solo que quiera detener o asesinar al resistente Secretario General del Frente Popular de Liberación de Palestina, Ahmad Saadat, que, en el mayor supuesto, sería el inspirador de un asesinato selectivo, sin víctimas colaterales, de un responsable israelí de la ocupación, Rehavam Zeevi (responsable de Turismo y claro instigador de felonías de la ocupación) y por lo tanto ejerciente de una mayor fuerza e imposición de injusticias, lo que se plantea ahora es tergivesar quién es el ocupante –que pretende impartir la justicia desde la fuerza- frente a la victima, el resistente a la ocupación.

Porque, en esta dinámica alentada también por los países europeos, se pide a las víctimas, sin siquiera edulcurar la política del lenguaje, como en otras ocasiones utilizando un vocabulario equidistante, que reconozcan a Israel (¡sin haberlo definido previamente, como podría ser la de un estado en aquella parte de la Palestina histórica al oeste de la línea de separación anterior a 1967!); que deje la violencia frente al ocupante (sin molestarse en llamarla resistencia) sin forzar lo propio en el agresor con más fuerza, medios y diligencia: ¿Y la violencia intrínseca de la judeización de Jerusalén, la expulsión de palestinos de sus tierras, el rechazar el retorno de los refugiados palestinos, la construcción de asentamientos, el arranque de cultivos y la construcción de un Muro en la tierra palestina, todo ello condenado por el derecho internacional y tercamente consentida por sus aliados occidentales, principalmente Estados Unidos y la Unión Europea que mantiene un Acuerdo de Asociación preferencial con Israel pese a la sistemática vulneración de lso derechos humanos? ¿quén pone los muertos? ¿quién el poder de la fuerza?; y finalmente el retruécano, que acepten los acuerdos firmados por la Autoridad palestina, Oslo, etc. Una Autoridad Palestina suyo representante máximo, Arafat, murió en la cárcel de la Mukata rodeado durante años, por las armas del firmante israelí?

Habrá que hacer un nuevo curso de alfabetización, el ocupante es Israel; los ocupados, son los palestinos; el que tiene la fuerza, apoyado por intereses, una indigesta propaganda y sentimientos racistas, son los israelíes; los palestinos, mal que bien, resisten y no aceptan la derrota y encima reconocer que son los culpables de su infortunio. Que los culpables son los sionistas y quienes jalean generosas ofertas de sumisión y expulsión de su propia tierra.

Quizá, sigan algunos sin comprender que el resultado electoral en el campo palestino y los deberes de la comunidad internacional responden a unas pautas que ya adelantó el propio Ahmad Saadat, hace ahora una año: ‘la necesidad de vincular las elecciones y la lucha contra la ocupación, y exigió situar este proceso en el marco de las reivindicaciones por una protección internacional provisional para nuestro pueblo, a través de un mecanismo de supervisión internacional, avalado por Naciones Unidas, sobre todo el territorio ocupado en 1967, incluido Jerusalén, en éste caso, y después de realizarse ésta reivindicación, que es una obligación para la comunidad internacional, las elecciones se convertirían en un mecanismo para que nuestro pueblo ejerza su derecho a la Autodeterminación, construir su estado independiente y ejercer su soberanía sobre su tierra’.