Una pesada carga sobre Israel

Por Nazir Majali
Haaretz

No hay ninguna duda que la sorpresiva victoria de Hamas en las elecciones de la Autoridad Palestina ha creado una nueva realidad en la región, la que incluso tiene implicancias internacionales. Cualquiera que no tenga relación con el conflicto, y cualquier país que está preocupado por la Islamización, tendrá que examinar qué es lo que ha pasado – especialmente Israel.

Israel será el factor crucial en determinar la actitud internacional, e incluso la actitud del Mundo Árabe, con respecto a este nuevo escenario. Todos estarán esperando la reacción de Israel con la respiración contenida. Cualquier error que sea cometido en el análisis de la situación y la respuesta que se necesita, determinará la naturaleza de la reacción de los demás.

Ostensiblemente, es posible que esta situación ponga a Israel en una fuerte posición de poder. Pero la verdad es que una pesada carga de responsabilidad ha recaído en los hombros israelíes, no solamente a nivel regional, sino que además a escala internacional. No debe escapar de esta responsabilidad. Por el contrario: La manera en que Israel lidie con esta nueva coyuntura, será la primera prueba real del actual Primer Ministro Ehud Olmert. Aquí, confiar en “lo que el Primer Ministro Ariel Sharon hubiera hecho” es inútil, como tampoco retomar la antigua política del gobierno israelí. Tampoco será adecuado depender del miedo a las reacciones de la derecha israelí en vísperas de las elecciones. El resultado de las elecciones palestinas necesita de un buen juicio, visión estratégica y tomar sabios pasos, y por sobre todo, aprender de las lecciones del pasado.

El primer error en que no se debe incurrir es la no aceptación del resultado de las elecciones y todo lo que esto implica. El solo hecho de que los palestinos resultaron exitosos en la conducción de elecciones ordenadas, diferentes a todas aquellas elecciones realizadas en los estados árabes y en el Tercer Mundo – incluso aunque los palestinos aún no tengan un estado - es un paso positivo en la dirección adecuada. Y el partido palestino predominante, el Fatah, debe aceptar los resultados y entregar el poder a Hamas, el cual ganó. Los países del mundo occidental, en este caso liderados por Israel, deben dar un ejemplo y aceptar la decisión democrática palestina. Ellos quisieron estas elecciones. Incluso presionaron para que éstas se llevaran a cabo. Y ellos deben probar que consideran la democracia como un valor supremo.

Por supuesto, es necesario y esencial analizar qué ha sucedido. Y cada quien debe hacerlo. Esto es cierto antes que todo para Fatah y para el Primer Ministro Mahmoud Abbas personalmente. Es igualmente cierto para Israel y los norteamericanos. Muchos errores fueron cometidos antes de que los palestinos votaran de la manera en que lo hicieron. Y no solamente como resultado de la corrupción gubernamental, la pobreza y la falta de esperanza entre la población palestina. Es necesario examinar, por ejemplo, quien fundó e impulsó a Hamas, y por qué aquellos que lo hicieron no han sido llamados a hacerse responsable por eso. También es meritorio preguntarse si la estrategia de “librarse de Arafat” fue correcta y no contribuyó crucialmente a la situación de hoy. Y muchas otras importantes preguntas deben ser realizadas en todos los lados, especialmente los palestinos. Quizás esto ocurra más adelante y no ahora.

Será un gran error si Israel u Occidente deciden castigar al pueblo palestino por elegir a Hamas. Las amenazas de cortar la ayuda financiera y confrontar a la población palestina con su error, sólo provocará el resultado opuesto. Dejen a los palestinos decidir por ellos mismos que es bueno y malo para ellos. Esa es la naturaleza de la democracia.

El escritor analiza asuntos israelíes para los medios árabes.