Nablus, Breve historia de este lugar

Era un día normal, o al menos eso pensaba Annas Salman, un estudiante de 19 años de la Universidad Nacional de An- Najah.

Ahí estaba un típico soldado israelí, como estaba acostumbrado a ver todos los días en el camino a su casa en el pueblo de Kussen. En el puesto de control militar al norte de Nablús, el soldado daba la sensación de estar aburrido y estaba buscando algo con lo que divertirse. Annas llevaba en la mano un atlas con un mapa de la Palestina histórica en la cubierta.

El soldado, que aparentaba unos 25 años le dijo a Annas, en inglés: “¿Qué es esto?” Pero Annas, que estaba acostumbrado a las humillaciones diarias de los checkpoints, no contestó y pretendió que ni siquiera lo había oído, pero el soldado repitió la pregunta tres veces y Annas contesto con cuidado “Es un mapa”
Soldado: “¿Qué mapa?
Annas: “Solamente un mapa”
Soldado: “El mapa ¿de qué?”
Annas: “Un mapa de Palestina”

El soldado se sorprendió, arrancó el libro del brazo de Annas y le pidió un bolígrafo. Entonces comenzó a explicar la geografía de Palestina de acuerdo a como se la habían enseñado a él. Dijo: “Escucha, esto es Cisjordania y esto es Gaza”. Después dibujó una estrella de David en el resto del mapa y dijo: “Estoes Israel... y esto Jerusalén, lo sabes, aquí es donde vivimos los judíos con unos pocos árabes, pero les echaremos un día”.

Annas, llevado por el interés por las ideas políticas del soldado, que tan arrogantemente las estaba exponiendo, preguntó “¿ Y Nablús?” El soldado contestó con una risa irónica, “Nablús también... echaremos a los arabes de aquí” y movió su pierna como si estuviera golpeando una pelota. Parecía que el soldado no había tenido suficiente, por lo que escribió sobre el mapa: “para el profesor: para su consideración”.

Otro soldado presente preguntó a Annnas, “Qué piensas de este soldado? ¿Te cae bien?”. Annas contestó: “Por qué me iba a caer bien? Paso por este control militar todos los días por la mañana y por la noche y cada vez veo a soldados diferentes, que vienen y se van, pero el control sigue aquí. A diario sufrimos esperando, a veces durante horas, en estos controles que no existen en ninguna parte... solamente aquí.