Palestina hecha un rompecabezas

En su nombre: “Territorios palestinos ocupados”, el plural es, hoy más que nunca, de absoluto rigor. A la separación geográfica entre Cisjordania y la Franja de Gaza se suman ahora varias subdivisiones.

Esta fragmentación se complica con el fenómeno de polarización política desde la victoria del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas) en las elecciones legislativas de enero de 2006. Los recurrentes enfrentamientos entre islamistas partidarios del primer ministro Ismail Haniyeh y los milicianos del Al-Fatah, leales al presidente Mahmoud Abbas, contribuyen a emborronar aún más la imagen de este país en rompecabezas.

Ante los israelíes, los palestinos conservaron por mucho tiempo la integridad de su movimiento nacional. Pero divididos en territorios separados y en campos rivales, ven que se aleja no sólo su sueño de un Estado, sino también el de la unidad ante el ocupante.

Cisjordania y Gaza, como entidades particulares, surgieron de la derrota de los palestinos y de los ejércitos árabes ante el Estado judío. La llamada “línea verde”, la frontera del armisticio delimitada un año después, les dejó a los palestinos el 22% de su patria histórica, repartida en dos pedazos.

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