“Debemos morir o dejar Palestina – esa es su política”

Ibrahim Rabaya de Irtas: Voces de la Comunidad, Campaña Popular Palestina contra el Muro del Apartheid

Cuando conocimos a Ibrahim Rabaya, hombre de 45 años de la localidad de Irtas, insistió, que antes que todo, debemos mencionar en su testimonio que él nunca abandonará su tierra, la cual ha sido robada por las políticas de confiscación de la Ocupación. “¡Ellos han incautado mi tierra a la fuerza!” – nos repite constantemente, para que nos aseguremos de que tanto él como su familia jamás se rendirán, a pesar de todas las tentativas y amenazas que ellos reciben por parte de la Ocupación.

La tierra de la familia está ubicada en una zona que tiene una perspectiva general de Bethlehem y Jerusalén, en la línea de expansión del asentamiento de Gush Ezion. Por años, pareciera que ha sido una prioridad el apropiarse de esta tierra. “Desde 1967, los sionistas han puesto presión sobre nosotros para que vendamos la tierra. Nos mandan corredores que nos dicen que pagarán el dinero que nosotros queramos. Pero ellos no logran su objetivo. Nosotros nunca venderemos nuestra tierra a la Ocupación.”

De los 330 dunums de tierra que Ibrahim es dueño, 150 fueron confiscados en el 2000 por las fuerzas de Ocupación, para la expansión del asentamiento de Efrat.

”Desde el inicio de la construcción del asentamiento de Efrat en Irtas y al-Khader, hemos sido testigos cómo día a día este asentamiento se expande hacia nuestras tierras y hacia otras localidades. Debido a esto, decidimos plantar árboles en esta zona.” La reglamentación de la Ocupación permite confiscar todas las tierras que no estén cultivadas. Debido a esta amenaza, los agricultores palestinos cultivaron sus tierras como una forma de resistencia a la Ocupación. Ibrahim y su esposa gastaron todos sus ahorros en preparar y trabajar la tierra. “Nosotros plantamos en ella toda clase de almendras y uvas. Solemos cubrir nuestros gastos diarios con sus frutos,” recuerda la esposa de Ibrahim. “Mi esposo trabaja como policía, pero su salario es sólo 1500 shekels, por lo que los frutos de esta tierra nos permitiría darle a nuestros hijos una mejor educación en el futuro. Pero ellos nos arrebataron nuestra tierra. Ellos nos la robaron cuando se dieron cuenta que jamás se las venderíamos.” Los 150 dunums están ahora completamente aislados de la familia. Han sido tragados por el asentamiento sionista y rodeados por una barrera.

”Cuando los colonos nos vieron en nuestra tierra, querían venir a echarnos de ella. Ellos siempre reclaman que esta tierra es para “Israel” y que nosotros no tenemos un lugar aquí. Nosotros deberíamos ir y vivir en Jordania o algún otro lugar.” Los colonos amenazan y golpean continuamente, tanto a Ibrahim como a su familia, cuando los sorprenden en sus tierras. Muchas veces la tierra ha sido devastada con basura tirada en ella. Hasta ahora, toda la maquinaria sionista de robo de tierra, colonización y una brutal represión, no ha sido capaz de quebrantar la determinación de la familia de Ibrahim de permanecer en su tierra a cualquier costo.

”Cuando cultivamos nuestra tierra, muchas veces ellos han tratado de dispararnos, pero nunca he dejado mi tierra. Ahora el Muro me está forzando a dejarla.” La Ocupación ha presentado órdenes de confiscación para la tierra que aún le queda a Ibrahim. Las bases del Muro tomarán 162 dunums de su tierra y mucha más será utilizada para las carreteras de patrullaje a lo largo del Muro. Todo lo que va quedando son pequeños pedazos aislados de tierra, en los cuales cualquier trabajo agrícola no será posible nunca más.

”Toda la tierra que heredé de mi padre, y la que compré a mi hermana, se perderá. Todos los esfuerzos y dinero que invertí para hacerme cargo de ella, aprovecharla y cultivarla, se destruirán. Ellos no tuvieron éxito en comprarla, por lo que la robaron. Quieren expulsarnos no sólo de un pedazo de tierra sino de toda Palestina. En este momento, no pueden hacerlo a través de masacres, como en 1948. Encontraron otra forma: robando nuestras tierras, demoliendo nuestras casas y poniéndonos en guettos. Después de todo, no encontraremos la forma de alimentar a nuestros niños. Debemos morir o dejar Palestina – esa es su política.”

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